lunes, 20 de octubre de 2014

Depresión e interacción farmacológica

La depresión es la segunda causa de discapacidad mundial y se estima que para el 2020 será la segunda enfermedad en incidencia a escala mundial. Afecta tanto a hombres como mujeres, aunque se evidencia más en ellas.

Hasta hace una década, la depresión era considerada una enfermedad psicológica, sin embargo, estudios recientes demuestran que tiene su origen en una alteración de algunas sustancias químicas en el cerebro, como la serotonina, norepinefrina y dopamina, que juegan un papel muy importante en la estabilidad del estado de ánimo.

Así lo informó el doctor Sheldon H. Preskorn, consultor de la Fundación Menninger en clínica psicofarmacológica. 

Preskorn indicó que cuando se produce un desequilibrio en la producción de estas sustancias, aparece la depresión y, si esta se vuelve crónica, el sistema nervioso sufre cambios dramáticos que alteran la función del cerebro y son capaces de disminuir la cantidad de neuronas (células encargadas de la recepción y envío de estímulos a través del sistema nervioso).

El galeno dijo que cuando se produce una alteración en la producción de serotonina se pierde el deseo sexual, el apetito y ocurren trastornos del sueño, por eso los pacientes reportan una disminución en sus niveles de energía, se sienten tristes, cansados y ansiosos.

Destacó que la depresión se puede confundir con otra enfermedad que presenta estos mismos síntomas, y hasta que el paciente no es evaluado clínicamente, no se puede medicar.

En este punto sale a relucir la importancia de conocer las interacciones farmacológicas en psiquiatría (entre antidepresivos y antipsicóticos) que se producen cuando la actividad de un fármaco se ve alterada por la presencia o la acción de otro. 

Preskorn señaló que se deben conocer las intreacciones tanto por el posible fracaso terapéutico como por el riesgo de toxicidad. No obstante, expresó, existen variables que pueden influir en la aparición y consecuencias clínicas de la interacción, como son las características de la enfermedad y del paciente (edad, sexo, características morfométricas y aspectos fisiopatológicos). 

Durante su intervención en el lanzamiento del medicamento Pristiq, de Pfizer, Preskorn manifestó que el nuevo abordaje de la depresión está enfocado en superar el desequilibrio en la producción y función de la serotonina, norepinefrina y dopamina, que son las sustancias químicas responsables del estado de ánimo.

Para el tratamiento de los trastornos del estado de ánimo y ansiedad, la selección del antidepresivo debe ser individualizada basada en los factores clínicos incluyendo el perfil de los síntomas, comorbilidad, perfil de tolerabilidad, respuesta previa, potencial de interacciones medicas, preferencia del paciente y el costo. 

http://www.listindiario.com//la-vida/2014/10/19/342051/Depresion-e-interaccion-farmacologica

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