"Buenas tardes, hijo, soy el padre Jorge". "No conozco a ningún padre Jorge", respondió el interlocutor. "Hijo, serénate, soy el papa Francisco".
Son las palabras que escuchó al otro lado del teléfono un atónito joven que, meses antes, le había escrito una carta a Jorge Bergoglio para denunciar años de supuestos abusos por parte de un grupo de religiosos de la diócesis de Granada, en el sur de España.
Con el escándalo en las portadas de los medios españoles y captando cada vez más interés en el extranjero, el propio papa Francisco se refirió el martes a este asunto en el que, de momento, hay cuatro detenidos: tres sacerdotes católicos y un seglar, profesor de religión.
"Recibí la carta, la leí. Llamé a la persona y le dije 've a ver... Leer Más.-